Abro la puerta y veo las cosas que nunca creí una mañana en espinas. Nunca pensé que fueras adivina... Antes me emocionaba fácilmente, ahora el vidrio se viste de humo. Allí van las chicas vestidas de fiesta. ¡Viviste diez años en otro planeta! Cuantas cosas cambie por tu nombre, cuantas luces se llevó el olvido, cuantas guerras y amores podridos... Y yo, como siempre inmune al hechizo, el cielo celeste, ni Cristo me quiso. Mirando al cielo, el cielo celeste... ¡Las aves vuelan cueste lo que cueste! Quizás ya no haya nada por hacer, lo que está muerto, se ha muerto ya ves. Yo creía que todo era eterno. Te saludo, ya es otro tiempo.